martes, 1 de abril de 2014
Metro de Santo Domingo entre luces y sombras
En esta obra se gastaron tantos miles de millones y beneficia a tan pocas personas que la sociedad civil se pregunta “si era necesario gastar tanto, matando la solvencia del país, con deudas que se tragan 37% del presupuesto de la nación, que mata la posibilidad de que el crecimiento económico llegue a los más pobres.
Desde su anuncio en el año 2005, el Metro de Santo Domingo fue un foco de controversias entre el gobierno de Leonel Fernández y la oposición, luego la prensa y la sociedad civil también se adhirieron a la causa; en la que se le exigía al gobierno más transparencia ya que todos los recursos para la obra era secreto de Estado.
Los estudios geofísicos y geotécnicos que garantizan la calidad y la durabilidad de la obra, eran un misterio hasta que el Periodista Huchi Lora tuvo que demandar a Diandino Peña y La Presidencia de la República, por la violación de la ley de libre acceso a la información pública, para que se los muestren, ya que se presumía que existían.
Se agotaron todos los procesos legales, incluyendo la Suprema Corte de Justicia y aun así no querían entregar al periodista, dichos estudios, fue entonces con la amenaza de ir a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, de la cual la República Dominicana es dignataria.
Fue tanta la magnitud del ruido informativo que llegó a oídos del Presidente de los Estados Unidos, en un cable enviado por la Embajada norteamericana en el país, que luego fue revelado por Wikileaks, el 16 de Mayo de 2007, donde asegura que el presidente Leonel Fernández y sus técnicos no han sido sinceros en cuanto a los costos de construcción del Metro de Santo Domingo.
El cable, decía que al comenzar a operar, en el año 2008, los gastos y la financiación del Metro estaban triplicando el estimado inicial informal.
Un capricho o una necesidad
No hay dudas que el Metro de Santo Domingo es la obra tecnológica de mayor magnitud en la historia del país, pero a que costo?... con un promedio de pasajeros diario de 106 mil, apenas ha alcanzado el 60 por ciento de las estimaciones que se hicieron en principio, lo que todavía no se logra ni siquiera con los 164 mil pasajes por día de las dos líneas.
Entre las dos líneas atienden el 5.45 por ciento de la demanda de transporte lo que constituye el 2.45 por ciento de los habitantes de la Capital y menos del 1% de la población del país. Además el costo operativo del Metro es 54 pesos por pasaje por lo que el Estado Dominicano pierde 34 pesos cada vez que alguien se sube al tren.
En la primera línea se gastaron casi 1,600 millones de dólares, y aun no esta terminada, ya que las obras periféricas no están ni siquiera en planificación, los autobuses para las rutas alimentadoras se las entregaron a la Oficina Metropolitana de Autobuses (OMSA), para evitar que se terminen de arruinar, después de años a la intemperie, abandonados en San Soucí.
Entre las obras periféricas también están las 178 familias desalojadas del hoyo del la Zurza, que todavía realizan vigilias frente al palacio para que le cumplan o que les devuelvan sus viviendas, de las que nunca pidieron salir, según explican cada vez que son cuestionados.
Deterioro de la inversión
Al parecer solo se preocupan por construir y construir y después se olvidan de las obras, la primera línea solo tiene 5 años de inaugurada y muestra falta de mantenimiento en algunas estaciones.
La mayoría de las estaciones soterradas presentan filtraciones, en algunos casos descomunales, por ejemplo, en la estación Pedro Libio Cedeño hay una filtración que tiene varios años y los empleados le han puesto un galón cortado a la mitad para que no resbalen los usuarios ya que se encuentra en la orilla del anden.
Una de las estaciones más profundas es la “Profesor Juan Bosch” y que tiene paredes agrietadas y unas losas grandes se están cayendo, lo que pone en peligro la vida de los usuarios.
Los ascensores y escaleras eléctricas de algunas estaciones están dañadas y es el caso de la escalera de la estación “Los Taínos” nunca ha funcionado desde la inauguración de la mega obra.
Esto crea malestar entre los usuarios y más aun cuando en plena hora pico de las 8 de la mañana es la hora que escogen para llevar los vagones a los talleres, provocando tardanzas en los trenes y por ende el congestionamiento y lentitud del proceso.
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